29 mar 2007

Imaginación producto de la baja tensión

Cigarrillito vivía en la ciudad perdida. Aquileo, se llamaba el cancerígeno ser, ese cilindro con el cráneo lleno de fisuras. Él era demasiado alto, mucho más de lo que quería, mucho mas del límite del motel casa residencial Marlboro, su más grande e inalcanzable sueño, sus motivos todos estaban limitados por la chapa de la puerta de cartón, se rendia a respirar, ese vicio suyo de legumbres y doncellas bastante frívolas.

Cigarrillito desesperó, fue donde el oráculo sol. El sol pretende ser para todos masculino, pero tan rubio y frondoso es el cabello de la bella mujer, de la más grande estrella, que tan grotescamente nos despierta. Aquileo y el sol discutieron :

-Muéstrame tus candores
-No me hables, que cojones
-Pero sol mío, ayúdame a ser más pequeño
-Yo no quiero verte quemándote, yo quiero que alguien quiera quemarme
-Vamos, déjame que lo intente, ya enseguida vuelvo más pequeño, y me --apago en ti.
-Un beso nada más
Un beso para los dos
Un beso nada más
2 besos para toda la humanidad
3 besos para la humanidad, para ti y para mi
4 besos, para los llaneros
5 besos, de entremezos
6 besos y ya no más, porque 7 es el número de suerte, y de suerte estás, si te permito hablar.


Aquileo apenas recordaba lo que era estar apagado.

Aquileo fue al motel, que hace 5 horas había sido quemado por órdenes del Sol, o de la sol



Mientras alguien pisaba una colilla de cigarrillo en frente de la 33 en Bucaramanga, Aquileo exclamaba:

¡Vamos, incéndiame de una buena vez, y recuérdame olvidarte¡.


3 comentarios:

Anónimo dijo...

:S

Anónimo dijo...

"ahora carepo y jeoge estan de moda" :)

daneil karreño dijo...

no... eso fue una loquera.... si o que? uch bien sino qeu esa hambre tan pecadora :(